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Aunque todo el que tiene perro ya percibe que no hay mejor amigo que un perro, incluso no hay mejor psicólogo que ellos. Y hay muchísimas personas que hablan y encuentran el mejor consuelo más en él que en cualquier ser humano, no deja de ser una alegría que los estudios demuestren fehaciente-mente que los perros sienten nuestro dolor y que además tienen la necesidad de consolarlos. Se confirma para algunos que no estamos locos.
Los perros distinguen el llanto
Según el estudio realizado por la Universidad de Goldsmiths por un grupo de psicólogos los perros son capaces de distinguir el llanto de entre otros estados anímicos y además buscan consolarlo independientemente de si es su dueño el que se encuentra triste o es otra persona. Su capacidad de empatía supera la de muchos de nuestros congéneres.
Los seres humanos si vemos a personas desconocidas llorando no vamos a tener una reacción tan pura y unas ganas tan grandes de consolar ese sentimiento como las vaya a tener un perro. Para ellos ver a alguien triste y expresándolo mediante lágrimas supone un choque emocional bastante fuerte.
Los perros consuelan nuestro dolor
El estudio realizado por este grupo de psicólogos liderado por Deborah Custance y Jennifer Mayer consistió exactamente en someter a 18 perros de diferentes razas a tres emociones en personas diferentes. Las tres emociones consistían en:
- Hablar de manera normal sin ningún acto diferente.
- Tararear o hacer sonidos peculiares.
- Llorar.
La prueba de poner a una persona haciendo sonidos extraños era precisamente para incorporar a la investigación un toque disonante y ver si los perros ante lo extraño reaccionaban igual o de manera parecida que ante el llanto.
Sin embargo, no fue así. Ante la primera emoción mostraban indiferencia, ante la segunda como mucho algo de curiosidad pero ante la tercera es donde mostraban esa empatía y esas ganas de consolar el dolor de las personas. Se acercaban en actitud sumisa y buscaban el contacto físico para de alguna manera paliar la tristeza que veían ante si.
